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jueves, 15 de julio de 2010

Tintas del Davo


“Y el día llegó
en el que el deseo de permanecer igual,
fue mas doloroso que el riesgo de evolucionar…”

Esta frase tuvo mucho que ver con este sueño cumplido. Hace unos treinta años, empecé a coser hojas de cuaderno soñando un libro que en la tapa llevara mi nombre. Entre ese ayer lejano y este hoy latente y predispuesto pasaron muchas cosas. Hubo gente con la mano tendida, hubo perdidas que se convirtieron en aprendizaje, hubo dolores propios y ajenos, pero hubo fundamentalmente un aprendizaje traducido en emociones y sentimientos que me han llevado a reencontrarme con ese niño que se sentaba debajo de la ventana a escribir lo que le sucedía en su interior, a mostrar secretamente su visión de mundo, sus angustias, sus ansiedades, sus miedos y alegrías.

Creo que caminar hacia los sueños tiene que ver con aferrarse al presente para colmarlo de realidades, realidades que construyan un sueño infatigable que no sea un fin determinado, sino que sea un transitar hacia aquello que nos estremece el corazón como lo es para mí tener este, mi primer libro.

Y es un día en el que el pasado se tiñe de presente, las nostalgias de alegrías y el futuro de más sueños, de más, siempre más. Me siento un héroe, porque sí, porque me merezco sentirme así; porque no es fácil, nada lo es. Tuve coraje, me caí y me levanté y elegí a la gente indicada como compañeros de este viaje, gente que me amó quizá sin amarme y que confió quizá sin motivos. Se tendieron manos, el destino seguramente también habrá hecho lo suyo, y Dios, mi Dios, un Dios agnóstico pero caritativo, benévolo con las putas y los putos, habrá visto una pizca de merecimiento entre tantos errores, marchas y contramarchas.

Y esa frase… Esa frase que cuestionó absolutamente todo lo que creía hasta el momento que la leí por primera vez… Permanecer igual era doloroso, entonces corrí el riesgo de evolucionar, porque el dolor es un callejón sin salida, oscuro; un callejón del que sólo se sale avanzando, “evolucionando” para llegar a este hoy que me ha convertido en escritor. Así que a soñar grande, que los sueños no encogen.

A mis amigos, gracias. A mis enemigos, perdón.


Nota: estoy completo.

4 comentarios:

Roma dijo...

TE felicito hermano!!

las mejores de las suertes

ROma

Anónimo dijo...

ARBOL DE VIDA ES EL DESEO CUMPLIDO.
LO MEJOR DE UN PASO ES QUE SIGUE OTRO FELICITACIONES. TODO ESTA DENTRO TUYO

Davo dijo...

¡Roma querido, gracias!

Davo dijo...

Ese anónimo, no tan anónimo... Jajaja, un abrazo y gracias por ese siempre que se extiende cada vez más hacia un jamás.

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